Nueva etapa de reconstrucción del edificio de Fundación Chile, iniciada por la organización de innovación y transferencia tecnológica, contará con una superficie aproximada de 7 mil m2, y estará instalada en una superficie total de tres hectáreas de Santa María de Manquehue, en Santiago de Chile.
A continuación mayor información sobre este proyecto.
Este nuevo proyecto se orienta hacia espacio amplios, transparentes y tendientes a la motivación del trabajo grupal colaborativo.
Es así como está presente la sencillez de los elementos estructurales, la composición geométrica y la ausencia total de elementos ornamentales.
En el edificio de la Fundación Chile se siente que los jardines y la naturaleza del Manquehue forman parte de una sola unidad. Los profesionales trabajan hacia la Cordillera de Los Andes por prácticamente desde todos los sentidos en 360º.
La reconstrucción también respetó el ambiente externo al construir dos grandes módulos en desniveles, que representan los dos cerros similares del Manquehue, rodeados por una amplia sala de reuniones y que rodean un hall de dos niveles de cielos, haciendo la transición entre el adentro y afuera de manera pausada, tal como el valle rodea al cerro. Su nueva forma arquitectónica está justamente inspirada en este entorno natural intentando confundir el adentro con el afuera.
En cuanto a la inspiración tecnológica, que mueve el quehacer institucional, ésta se representa en los colores grises de la reconstrucción y los blancos de sus interiores, que juegan entre diversas tonalidades.
El arquitecto Iván Reyes Bernardin, que se apoyó en un proyecto inicial de la oficina Mussa Arquitectos, es egresado de la Universidad Central, cuenta con una vasta experiencia inmobiliaria en desarrollo de proyectos de esta área.
El actual edificio de la Fundación Chile es una recomposición arquitectónica de los años 70, respetando sus características principales e innovando en espacios de recreación interna.
En el interior, destacan los criterios de contracción en las áreas de trabajo de Agroindustria, Bosques, Desarrollo y Medio Ambiente. Los espacios son abiertos, con estaciones de trabajo agrupadas en módulos de cuatro a seis personas. Las oficinas cerradas fueron prácticamente eliminadas, lográndose así mayor flexibilidad en los espacios.
Por su parte, el terremoto obligó a repensar criterios de mayor seguridad hacia las personas, un nuevo mobiliario y una estética tendiente a unificar todos los espacios, optando por una línea clásica de planos rectados, espacios amplios, mejoramiento de las alturas y niveles de los cielos. En un comienzo se remodelaron 680 m2 y se terminó remodelando y reconstruyendo 1.780 m2.
